Esos
encuentros con ‘‘extraños’’.
Aquel
desconocido del cual no sabías nada, pero sabías todo.
Que las palabras
nunca están de más, de hecho son necesarias, y por más necesaria que son, no lo
fueron.
Que si no
hacían falta ni el hola ni el adiós, porque una mirada bastaba y una sonrisa lo
dijo todo.
Que nunca serán
más que nada
Que una
palabra sería atrevida
Que es mejor
dejarlo así
Ciega y
muda ante tu misterio.
Es que tratar
de descubrir lo que escondes sería ir muy lejos
No es falta
de valentía
Ni de
agallas
Ni de valor
Ni de osadía
Ni de coraje
Es que a
veces no se ha de ser demasiado atrevido
Demasiado
atrevido, de ir más allá…
Más allá de
lo que escondes
De lo que
cierras
De lo que
callas
…
Y de lo que
no callas también
Hay puertas
que no han de ser tocadas, porque no has de saber lo que se esconde detrás de
ellas
¿Serías
acaso capaz de enfrentar las consecuencias?
Dicen que la
curiosidad mato al gato, pero creo que todavía no soy gato.
Quizás tengo
chance de sobrevivir.
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