Tengo libertad, pero no soy libre.
¿Qué clase de pensamiento mañanero eres? Si bien es cierto que el hombre sucumbe ante lo que más desea, entonces no quiero ser libre. O si lo quiero, pero temo.
Temo ser feliz. Libertad y felicidad son las cosas más deseadas por el hombre, sin embargo ¿No es cierto que los únicos que llegan a alcanzar esto son los que desconocen el concepto de los mismos?
Los hombres felices son aquellos los cuales nunca se han preguntado en que consiste la felicidad, y los también llamados ‘‘locos’’, como los envidio, como quisiera querer que mi cerebro funcionase igual al de los demás, como quisiera querer pertenecer. Quiero no saber, quiero no existir.
Existo, porque mi nombre se registra en los archivos del gobierno, porque mi madre me declaró al nacer, porque todos los días escondo lo que soy detrás de un saco, aunque todos sabemos que ‘‘lo que soy’’ nunca estará demostrado, lo que somos, pues para esto tendríamos primero que saberlo, y hoy te pregunto ¿Quién eres? No quien quieres ser, o como te ves, sino quien eres.
¿Qué ser humano sería tan objetivo como para decirse quién es? ¿Y quién sería tan objetivo como para decirte quién eres?
Los observo creerse felices, hablar de nimiedades, del periódico, del día a día, del chisme de ayer, del chisme que habrá hoy, de que ropa usar, que maquillaje ponerse, quien juega en el partido de hoy, a que sitio iré a bailar en el fin de semana, bla bla bla.
Siempre he creído que todo se basa en prioridades, quien eres estará establecido por tus prioridades, por tanto su ‘‘felicidad’’ no es algo errado, pues sus prioridades no se van más allá de eso, nimiedades.
Como los envidio, nunca seré como ustedes.
Mi cerebro es un reloj en el que las manecillas giran de derecha a izquierda.
Queue from 29-05-2013.
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